El Año D

   

Por: Rodrigo J. Roca

Los últimos días del 2006, recibí una Palabra para el año 2007. Este año se llamaría el “Año D”. Es así como en un programa de televisión recibí un nombre y el nombre era Débora. Automáticamente se me vino a la mente el nombre del profeta Daniel. Así comprendí que esos nombres marcarían el Año D para nuestro ministerio.

Pero veamos quiénes fueron estos personajes del Antiguo Testamento.
Primero tenemos a Débora (Jueces 4:4 -9). Débora tiene por significado “PALABRA” y “ABEJA” y poniendo en el tiempo a la persona ésta, tenemos lo siguiente: Ella era profetisa y lideraba el pueblo de Israel, entonces ella tenía siempre Palabra para las personas. Por otro lado, ella ayudó a la liberación de su pueblo oprimido de manos de Sísara, no solamente hablando sino también actuando, trabajando en conjunto con Barac, capitán del ejército de Israel. Ella trabajó como una abeja, en conjunto para conseguir los propósitos de Dios. Este año muchas déboras se levantarán para ayudar a liderar nuestras casas, nuestros colegios, nuestro ministerio. Este es el año donde las mujeres tendrán una participación especial en la Obra de Dios. Este es el año de las mujeres como gobierno dentro de la Iglesia del Señor.

Luego tenemos a Daniel (Daniel 1:4-9). Su nombre significa: Dios es mi juez. Es curioso el comienzo de este libro, ya que El Rey busca personas diferentes, especiales, para tenerlos cerca de él. Entre ellos, se llega a destacar Daniel, que no quiere contaminarse con las cosas impías del rey de mundo. Y Dios le da gracia a los ojos de los hombres y lo llega a prosperar, a tal punto de hacerlo consejero principal del rey. Daniel era un profeta de Dios, un varón apartado que tendría importancia en el medio que lo rodeaba. Este es el año de los danieles, este es el año de los varones de Dios ocupando lugares de importancia en el mundo, en el colegio siendo líderes, en las casa siendo ejemplos, etc. Este año es la apertura de los medios de comunicación del mundo para los siervos de Dios, este es el año para que los siervos de Dios sean prosperados en todo. Hay un pequeño detalle: El Señor mismo nos juzgará por las cosas que hagamos, tanto buenas como malas. El Señor será nuestro juez en todo. Si somos rectos delante de los ojos de Dios, todo, absolutamente todo lo que emprendamos prosperará.

Amado, amada, es el tiempo de la Iglesia del Señor, es el tiempo de Dios, por eso del año D…es el año de Dios (Bueno, agradable, perfecto)